O princezne Jasnence a létajícím sevci
Título original: O princezne Jasnence a létajícím sevci
Año: 1987 (Checoslovaquia)
Director: Zdenek Troska
Director de Producción: Jirí Beránek
Guionista: Karel Steigerwald, según el cuento de Jan Drdy, O princezně Jasněnce a ševci, který létal.
Fotografía: Jaroslav Brabec
Música: Petr Mandel
Intérpretes: Micaela Kuklová (Princezna Jasnenka), Jan Potmesil (Svec Jíra), Lubor Tokos (Král), Antonie Hegerlíková (Chuva), Jaroslav Cejka (Komorí), Helena Ruzicková (Carodejnice), Yvetta Blanarovicová (Cernava), Otto Sevcík (Rimbuch), Venuse Humheyová (Slunecní Paní)…
Sinopsis: La princesa Jasnenka es condenada por la bruja del reino a casarse con un humilde zapatero remendón. Para impedir que se cumpla la profecía, el Rey Král esconde a su hija en lo alto de la torre del castillo, pero un buen día, un apuesto joven accede a ella gracias a unas alas que le permiten acercarse hasta aquel inaccesible lugar.
O princezne Jasnence a létajícím sevci, que podría traducirse como “La princesa Jasněnka y el zapatero volador”, es una cinta que se encuadra dentro del género checo Pohádka, o de cuentos de hadas, un estilo muy desarrollado en su país de origen durante el régimen comunista (1948-1989). Es más, una de las películas más taquilleras de la historia del país sigue siendo Pyšná princezna (Bořivoj Zeman, 1952), con más de ocho millones de espectadores, aunque la precursora de esta sea con toda probabilidad Císařův pekař a pekařův císař (Martin Frič), realizada un año antes. En dicha república es tradición reunirse en Navidades junto a la familia para visionar dicho tipo de filmes que programa la televisión, tradición que se sigue realizando en la actualidad.
Dirigida por Zdenek Troska, este cineasta fue, curiosamente, galardonado durante tres años consecutivos por la academia checa con el león de peluche a la peor película por Kameňák (2003) y sus dos secuelas, tres comedias vapuleadas por la crítica aunque, sin embargo, apoyadas por el público. Este es un realizador especializado incluso aún hoy en día en el género ya que, sin ir más lejos, el año pasado estrenó Nejkrásnější hádanka, con Miroslav Táborský en el reparto – sí, el galardonado al Goya al actor revelación por La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1999) y del que nunca más se supo, al menos en España -.
Sin embargo, dejando los animales de felpa a un lado, este no es afortunadamente el caso de O princezne Jasnence a létajícím sevci ya que el filme es una inolvidable historia donde se entremezclan aventura y fantasía a raudales, trasladadas al celuloide bajo la técnica tradicional- y hablamos del año 1987, donde la era digital aún no estaba instaurada, ni falta que le hacía, la verdad-.
La cinta da comienzo cuando la bruja Carodejnice condena a la princesa Jasněnka a terminar sus días casada con un vulgar zapatero, en venganza a un desaire realizado por el Rey hacia ésta. El monarca recluirá a su hija en lo alto de un torreón del castillo para así impedir que se cumpla la profecía, pero no contará con el apuesto Jíra, que utilizará sus alas de cuero para volar hasta tan inaccesible lugar. Ambos terminarán enamorándose y escapando para vivir su amor de forma oculta y humilde, ante la negativa del Rey hacia dicha relación.
Troska parte de un sencillo guión de Karen Steigerwald, basado en una historia de Jan Drdy, lleno de guiños a los más conocidos cuentos de hadas, como La bella durmiente de Charles Perrault, sin ir más lejos y siguiendo el esquema ofrecido por éstos: hadas buenas, brujas malas, reyes, princesas y humildes zapateros que demostrarán que el amor es el arma más fuerte, capaz de traspasar cualquier tipo de fronteras.
Estos ingredientes son servidos a través de una puesta en escena brillante y repleta de entrañables efectos especiales de gran variedad técnica, que recoge desde el croma al stop motion pasando por el uso de marionetas, con unos resultados que añaden mayor encanto aún al conjunto de la obra, dando lugar a secuencias de gran espectacularidad.
Especial mención merecen el carismático dúo de malignas brujas, Carodejnice y Cernava, madre e hija desencadenantes de la trama, y la guarida de éstas, estampada en colores verdosos y repleta de animales de cloaca que despiden un pestilente hedor al espectador. Dichos personajes aportan el humor tontorrón característico en este tipo de cintas, gracias a dos actrices como Helena Ruzicková, habitual en los filmes de Troska y de amplio reconocimiento en la República Checa, desaparecida de forma reciente, y la bella cantante y actriz Yvetta Blanarovicová, increíblemente caracterizada.
En definitiva O princezne Jasnence a létajícím sevci es un digno exponente de un género autóctono que además ha sido exportado a otros países – algunos ejemplos los tenemos en la francesa Piel de asno (Peau d’âne, Jacques Demy, 1970), la norteamericana La princesa prometida (The Princess Bride, Rob Reiner, 1987) o incluso la española Fantasía…3 (Eloy De la Iglesia, 1976)-, siendo una de esas nostálgicas cintas que nos muestran la verdadera magia del cine, trasladándonos por unos momentos a reinos imaginarios y despertando así el niño que todos llevamos en nuestro interior.
Jesús Palop
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